«Buscar la serenidad me parece una ambición más razonable que buscar la felicidad.
Y quizá, la serenidad sea una forma de felicidad».
Jorge Luis Borges
Voy a tomarme unos días de descanso. Disfrutar de los días más especiales de Navidad en familia, con las personas que quiero y que me quieren, aunque algunas estén en la distancia.
Parar ha sido para mí un respiro, aunque no siempre lo he podido hacer. He tenido momentos en los que estaba prácticamente centrada en una cosa organizando la siguiente. Siempre con la agenda encima y pensando cómo podía planificar esto o aquello. He llegado a no estar al 100% en un lugar, haciendo algo, incluso disfrutando, porque estaba pensando en lo que tenía que hacer después.
Me he autoexigido mucho. A día de hoy, aunque lo estoy corrigiendo, me sigue pasando aunque en menor medida. Querer hacerlo todo y de la mejor forma posible puede llegar a ser la mejor forma de terminar contigo misma. Porque al final ni estás en ti, ni estás en el ahora.
Y en la clave de todo esto, ser equilibrio es lo más complicado. El balance entre lo que esperar y quieres de ti misma y lo que haces con el mundo que te rodea. Ser madre, esposa, mujer, hija, trabajadora, vecina, amiga… ¿Y tú? ¿En cuáles de esas etiquetas te has perdido?
Querer llegar a todos sitios a veces te hace no estar en ninguno. Y hacer un reset, parar, es la mejor forma de tener un espacio en ti. De disfrutar de esas cosas que tanto te gustan. Darte un capricho. Leer ese libro que se queda en la mesita de noche «para cuando no estés tan cansada, para un domingo por la tarde, para otro momento…». Es poder coger el teléfono y tomarte un café con una amiga a la que hace mucho que no ves porque no cuadran las agendas. Pasear disfrutando de la ciudad como si fuera la primera vez.
Ser equilibrio no es fácil. No lo es porque el mundo golpea. A veces en forma de sutil viento fresco por la mañana, en forma de desprecio de alguien que considerabas especial, por una palabras que te hacen daño. O porque te dan la mejor noticia que te podían dar después de un tiempo esperando. Pero hay que volver a una.
Agradece. Todo lo que viene. Lo que va. Lo que fue y pudo haber sido. Las casualidades. Las mañanas frías que nos refrescan las ideas. Los abrazos cálidos que nos llenan de vida el corazón. El mapa que señala al lugar donde ir. La palabra. La mía. Tuya. Encontrar. Ser. Equilibrar.
Mis mejores deseos en estos días.
Nos leemos en el 2024. Sed equilibrio en el mundo lleno de obstáculos.
Con amor,
I.
Ser equilibrio
Qué bonito escribes amiga mía y cuánta verdad en tus palabras.
Descansar y desconectar para volver a conectar, cuán necesario es tantas veces…
Felices Fiestas preciosa mía.
Un abrazo lleno de ❤️
Gracias por estar siempre ahí y por tus palabras bonitas! Otro abrazo enorme para ti ❤️