«Nada ha cambiado y sin embargo todo existe de otra manera» »
La Nausea’, Jean-Paul Sartre
Feliz domingo de abril, después de unas semanas tan intensas como el tiempo que nos ha tocado vivir.
Tratando de poner algo de orden en la agenda que siempre me acompaña, he aprendido, después de mucho, que los planes que proponemos son unos, pero los que vienen realmente, son otros. Y te tienes que adaptar a las circunstancias si quieres seguir manteniendo el equilibrio en tu día a día.
Los días siguen pasando, así, a su manera, con sus días de lluvia y soleados. De los que apetece estar en casa y te toca estar trabajando pero también los que estás en el sofá leyendo un libro o viendo una serie, incluso disfrutando del placer de no hacer nada.
Porque sí, al menos yo, he comprendido que no tengo que estar continuamente haciendo cosas, que parar es también necesario y provechoso. Y esa batalla la he ganado por fin, sobre todo, los domingos.
Disfrutar de despertar sin necesidad de reloj, de preparar un rico café sin prisas, saborearlo mientras escucho algo de jazz de fondo, cerrar los ojos y vivir única y exclusivamente ese momento. Este. Aquí. Ahora.
Café de domingo que no sabe igual que el del lunes aunque sea el mismo. Aprovechar cada segundo porque mañana no sabemos qué nos deparará el día. Y sentir que los planes también están para no cumplirlos.
Así que sin más, tras estas escuetas, breves y simples palabras, voy a seguir este domingo en el que estoy «modo avión», sin ganas de que nada ni nadie me quite este trocito de paz que me he ganado.
Nos leemos en breve. Sin mucho más. Con todo lo que puedas disfrutar, más teniendo en cuenta las circunstancias que estamos viviendo, tras un año que ha descolocado nuestras vidas, nuestras familias, nuestras rutinas…
Con amor,
Café de domingo