Conectar y coincidir no siempre van unidos

Conectar y coincidir no siempre van unidos

«La vida es para ser vivida intensamente como el amor,
que tiene que ser experimentado hasta la última gota sin ningún temor».
Clarice Lispector

No siempre lo que te gusta te sienta bien. No siempre lo que necesitas es lo que te apetece.

Esto se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida. Pero muy especialmente en el ámbito sentimental.

Si ya hablé en un post anterior sobre ese amago/intento de permanecer más tiempo del necesario donde no debemos (porque en el fondo lo sabemos). Hoy os vengo a hablar de esa parte que va más allá y que casi que tiene una connotación mística.

¿Has coincidido con alguien en muchas cosas pero no has sentido la conexión? No te preocupes, es normal. Muchas veces creemos que el simple hecho de coincidir con alguien nos abre una puerta de posibilidades, pero eso no implica que se de la conexión como para querer o desear continuar conociendo o estando al lado de esa persona.

Nos olvidamos de que la vida es constante cambio. Y en nuestro proceso vital, no siempre van a poder seguirnos, bien porque no quieran, bien porque no les corresponda o no lo necesiten.

Voy a concretar un poco más. Seguro que os ha pasado en alguna ocasión que habéis conocido a una persona en vuestra vida (en el ámbito laboral, familiar, sentimental…) y conforme ibais hablando, te dabas cuenta de que las cosas en común iban en aumento. Te gusta pasar tiempo con quien tiene para aportarte, con quien te resulta familiar porque es un reflejo de lo que llevas dentro y en el fondo sabes que «te entiende».

Pero cuando hablamos de conectar con una persona en un terreno donde pueda mediar una vinculación sentimental las cosas cambian. Porque queremos que además de todo ello, exista una chispa. Es realmente lo que hace que se activen las ganas. Y eso no siempre pasa. Os lo digo por experiencia.

Conectar y coincidir no siempre van unidos aunque cueste trabajo en ocasiones y nos preguntemos: «Si esta persona tiene lo que ando buscando, ¿por qué no siento que haya conectado?» Te voy a dar la respuesta: porque no es fácil.

Muchas veces andamos buscando. Conforme más vas conociéndote, más amplias la lista y reduciendo el embudo. Ya no cualquiera te sirve para ocupar tu tiempo. Y eso está fantástico. Pero lo interpretamos como algo malo. Porque empezamos a pensar que quizás nos hemos vuelto muy exigentes. O quizás nos auto boicoteamos. Queremos ponerle nombre a todo porque así nos encontramos con una respuesta. Y no siempre hay una respuesta lógica, a veces es que simplemente ahí sí. O no.

Volviendo a la lista de la que os hablaba anteriormente, buscamos conforme a nuestra carta de valores, creencias, gustos… Sabemos que hay líneas que no vamos a traspasar. Sin embargo cuando conectas… Todo eso salta por los aires y aunque no coincides en todo lo que desearías, has sentido. Sí, me he dado cuenta de que al final queremos sentir. Y aunque no coincides al 100% se han activado esas sensaciones que dormían en el letargo. Y llevamos tanto tiempo algo marchitos que ese jarro de agua nos despierta de golpe.

Por eso, no siempre es fácil encontrar a alguien con quien se coincida y se conecte. Es más, me atrevería a aventurar y decir categóricamente que es casi un milagro. Muchas de las veces tan solo nos pasa algo de las dos cosas. Pero que sucedan a la vez…

Y no hablo de querer. Querer es fácil. Todos tenemos esa necesidad de pertenecer, de afecto y cariño. Tanto para dar como para recibir.

El tema está cuando confundimos términos y los sentimientos que a ellos se vinculan.

Coincidir es encontrarse. Conectar es adentrarse y ver lo que hay en ti y también en mí.

No se trata de hacer un trabajo adicional. Es algo que simplemente sucede, te das cuenta, lo sientes.

Al desnudar los miedos. Saltar al vacío con una mano amiga. Cerrar los ojos y sentir lo que el otro desea. Abrazar tan fuerte que se recoloquen tus principios. No tener dudas porque eres pura certeza. Palabras que reparan lo que otros destruyeron. Hechos, al final, que sacan la bandera blanca porque rendirse, en este caso, significa no poner límites a lo que otros construyeron como trinchera.

Os escribo en breve. Con amor,

I.

Please follow and like us:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Share Buttons and Icons powered by Ultimatelysocial