Cuando la prioridad eres TÚ

Cuando la prioridad eres TÚ

«Tal vez la felicidad sea esto:
no sentir que debes estar en otro lado,
haciendo otra cosa, siendo alguien más».
Isaac Asimov

Cuando una siente que debe cambiar algo, tendría que hacer todo lo posible por escuchar esa voz interior y lanzarse a ello. Porque al final, la intuición nos da pequeños avisos, susurros sigilosos para ponernos a salvo o para lanzarnos.

Posiblemente todo sea bastante más fácil de lo que nos empeñamos a veces. Ya se nos presentan situaciones complicadas a lo largo de la vida, en el día a día como para encima, andar tropezando con piedras que nos ponemos a caso hecho.

Había pensado en hacer un post para la próxima semana con motivo de la Navidad, pero he decidido desconectar un par de semanas y volver con el último del año con una serie de reflexiones que espero os sirvan y motiven de cara al próximo año.

Y es que al final, empezamos a posponernos. Nos dejamos para más tarde. Priorizamos en los demás (sus deseos, intereses, tiempos…) dejando a un lado o para más tarde lo que realmente te apetece hacer, decir o llevar a cabo.

Cuando la prioridad eres TÚ aprendes a no sentirte mal por ello. No hablas de egoísmo sino de amor propio. Se trata de poner el énfasis en el TÚ y no tanto en los demás, sin que ello implique dejar de lado a las personas que te rodean o a las que quieres, que siempre están ahí sin esperar nada a cambio.

¿Te escuchas? ¿Escuchas cuando te empeñas en ir por un sitio, seguir con una determinada persona? ¿Resistirte a ese cambio por temor, miedo, o lo que puedan decir los demás? Hay veces que silenciamos nuestra propia voz y nos empeñamos en dar otras oportunidades a los demás, dejando a un lado las nuestras.

En estas fechas hay sobre el pensamiento de muchas personas

¿Y si haces un paréntesis? Aprovecha para quedar con esa persona a tomar un café y ponte al día sin pantallas de por medio. Sal a dar un paseo y disfruta de un bonito atardecer. ¿Y si te das un capricho? Lee unas páginas de ese libro que tienes pendiente. Haz eso que siempre dejas para después porque el día a día te deja sin ganas de nada más. Saborea la comida sin mirar el reloj. Abraza fuerte. Quiere con ganas. Ríe hasta quedarte afónica.

La vida al final, son momentos. No vuelven. No hay segundas oportunidades. Hay diferentes caminos esperando ser andados a tu aire.

¿Os acordáis del momento de vuestras vidas en el que pensabais que no ibais a poder? Ahora miraros. Poneros enfrente del espejo. Miraros bien. Habéis superado eso. Superaréis todo lo que os venga. Vuelve a confiar en ti.

Nos leemos en un par de semanas. Con amor,

I.

«Disfruta cada segundo de los tuyos, que el tiempo pasa muy rápido»

Please follow and like us:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Share Buttons and Icons powered by Ultimatelysocial