El amor en tiempos de encierro

el amor en tiempos de encierro blog

El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos.

(Casablanca)

El pero. Parece que siempre hay uno (o varios) en nuestra vida. Y si no, nos lo inventamos. «Me gustas, pero…», «Está bien, pero…», «Me encantaría, pero…», «Es una buena oportunidad, pero…»

PERO. Exacto. En el Amor, cuando aparece esa conjunción adversativa deberíamos poner la voz de alarma y pararnos a pensar. Esa contrariedad nos lleva en ocasiones a cometer errores, engaños y una lista de locuras varias que inclinan la balanza hacia uno u otro sitio.

Llevamos prácticamente un mes sin poder hacer esa «vida normal» que ahora tanto echamos de menos. Y entre todos los ámbitos de nuestra vida que se han quedado trastocados, el AMOR es uno de ellos.

Si algo me ha quedado claro es que seguimos siendo primarios. Damos rienda suelta a nuestras necesidades y nos dejamos llevar por esas ganas. Y ahora que estamos prácticamente en casa la mayoría del mundo, ¿qué ha pasado con nuestras relaciones amorosas?

Si muchos vaticinan un aumento cuantioso de rupturas matrimoniales, noviazgos y compromisos, tampoco dejemos atrás a los que puedan tener su oportunidad de empezar una bonita y peculiar historia de amor.

Y no es de extrañar. Habrá muchas personas que tengan a su lado a su compañero/a sentimental y estén deseando que les llegue ese mensaje nocturno a modo de aire fresco que le provoque una sonrisa. Un salvavidas de su escape diario del confinamiento emocional, del que sin duda, es mucho más complicado salir.

¿Por qué nos empeñamos en proseguir con una relación de la que tenemos el convencimiento de que no da más de sí?

La rutina. La falta de ganas. La comodidad de saber que tenemos «esa persona» al lado, la fija, pero luego podemos salir ahí fuera, poner la mejor de nuestras máscaras y seguir moviendo ficha. Posiblemente no sea nada más allá del sentirnos deseables. Pero, ¿compensa?

¿Si una relación la basamos en el miedo a empezar de nuevo, significa realmente que está terminada?

Por desgracia conozco muchas parejas así. Y este encierro no les está siendo fácil. Los amantes pasajeros, enclaustrados tan lejos que lo único que les une son mensajes ocultos. Esas citas que se ven ahora tan imposibles en el tiempo, cuando antes se planeaban a la salida del trabajo. O en un viaje inventado.

La FELICIDAD Y LA FIDELIDAD están muy cerca la una de la otra. Pero parece que hay, por alguna extraña razón, una imperiosa necesidad de lanzarnos a los brazos de otra persona cuando tenemos otra en casa.

No. El AMOR no es eso. El amor no son los espacios en blanco que se quedan entre relación y relación. Ni tampoco excusas. Ni el ni contigo ni sin ti. Y tampoco un cronómetro con unas expectativas por cumplir que depositamos en la otra persona.

El amor en tiempos de encierro ha hecho que muchos se den cuenta de lo que quieren y de a quién no. De con quién si y con quién, quizás.

Pero, ¿y aquellas parejas o posibles parejas que están viviendo esto separados? ¿Les unirá más? ¿Se darán una oportunidad en este mundo de caos, donde parece que las relaciones son tan instantáneas como un café?

Sí. Demos una oportunidad al amor. Abramos esa puerta. Y cerremos definitivamente esas otras de incertidumbre y desazón . Al final, el amor en tiempos de encierro ha provocado que muchas personas se den cuenta de lo que quieren, de lo que necesitan y de lo que desearían.

Nada mejor que mantener la ilusión en los tiempos que corren. Es primavera. ¿No es el momento perfecto para que las mariposas salgan por fin del letargo?

Por aquí, por mi lado, hay algunas revoloteando. Y me han dicho muchas cosas, como que cada día que pasa es un día menos. Pero no olvidemos que también es un día más. Y hay que ser felices siempre 😉

Nos leemos en breve. Con amor,

I.

Puedes leer más entradas del blog haciendo clic aquí.

Please follow and like us:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Share Buttons and Icons powered by Ultimatelysocial