Aprender a cuidarnos y cuidar

Aprender a cuidarnos y cuidar

«Amar es un lugar.
Perdura en lo más hondo: es de dónde venimos.
Y también el lugar donde queda la vida».
Joan Margarit

Hoy me he sentido inspirada para escribiros esto que considero tan importante y que a veces, dejamos de lado.

Quizás, las mujeres llevemos en cierto modo implícito eso de ser «cuidadoras» por todo eso de la herencia que hemos ido adquiriendo con el paso de los años como «proveedora de cuidados». Y es que eso de las niñas tienen un carácter más dulce, están más apegadas a su familia o hacen las cosas con más dedicación y cariño, parece que al final se convierte en una «profecía autocumplida».

¿Cuántas veces hemos dejado que los demás pongan de manifiesto nuestro valor? ¿Cuánto nos puede llegar a afectar lo que los demás piensen de ti?

Con el paso de los años nos volvemos más resistentes, quizás a modo de supervivencia o porque la coraza que vamos construyendo a nuestro alrededor es prácticamente un muro.

Si nos damos cuenta, la vergüenza va disminuyendo y practicamos el arte de pasarnos por ahí, aquello con lo que o nos sentimos identificadas.

Decir no sin culpa. Abrirnos a nuevas posibilidades. Trabajar nuestra estima y valor. Empezamos a priorizarnos y a comprobar que la felicidad no es ese cúmulo de cosas que aún nos faltan sino todo lo que hemos ido alcanzando poco a poco a lo largo de nuestra existencia.

Y aunque cuidamos de los demás, de esas personas que nos importan, también nos damos cuenta de que nosotras somos importantes y debemos «reclamar» ese cuidado en todos los ámbitos.

Este verano, los días que estéis de vacaciones y/o relax, podéis aprovechar para organizar la agenda y «programar» tiempo de calidad para vosotras.

No se nos puede olvidar querernos. Ni pasar tiempo a solas escuchando nuestros deseos, miedos y metas, del mismo modo que debemos aprender a darle a cada persona el lugar que le corresponde.

Aprender a cuidarnos y cuidar es parte fundamental de nuestro día a día. Saber parar, coger aire y continuar (o cambiar de rumbo).

Ojalá estos meses de Julio y Agosto os llenen de vida, paz, tranquilidad.

Mis mejores deseos siempre.

Os escribo en breve. Con amor,

I.

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