La piel fuera de mí.

La piel fuera de mí

“Lo más terrible se aprende enseguida
y lo hermoso nos cuesta la vida”.
Silvio Rodríguez

la piel fuera de mí.

¿En qué momento, para/al encontrar a alguien, te perdiste a tí? Y es que muchas veces, en nuestro intento por encajar en este mundo, o tratar de encajar con alguien, en una situación, en cualquier cosa que se nos presenta en la vida, nos dejamos a un lado tratando de «adaptarnos» e incluso en ocasiones, siendo alguien que en realidad, no somos.

Todo está cambiando, y sin embargo, todo en cierto modo permanece aparentemente inalterable. En Otoño, esta estación de desprenderse, de dejar ir, cuando la naturaleza se desnuda y queda al descubierto, cuando la luz es más tenue y dura menos, es cuando nos cuesta más ver determinadas cosas y no dejarnos llevar por la realidad tan complicada que nos ha tocado vivir.

Qué difícil puede resultar seguir manteniéndose a flote aún cuando el resto del mundo, a nuestro alrededor, parece ir desmoronándose lentamente. ¿Dónde estás? ¿Dónde querrías encontrarte?

Soltar. Qué complicado resulta a veces aprender a soltar, dejar ir, cuando llevamos prácticamente toda la vida tratando de aferrarnos a algo que podamos considerar «nuestro». Pero ahí estamos, manteniendo duras batallas contra lo que queremos, lo que deseamos y lo que sentimos. Tres gigantes que se encuentran dentro de nosotros, luchando por ser el vencedor.

Nos han quitado el contacto, la cercanía, los abrazos. El roce de la piel con piel, sentirnos uno, respirar despacio y abrir los ojos en el día a día. Nos han pedido que batallemos a distancia entre susurros, mensajes y pantallas. Han conseguido que a los que tenemos cerca los sintamos más lejos y a los lejanos, inalcanzables.

Pero ahí seguimos. O intentamos estar. Creando mundos paralelos en los que refugiarnos cuando nos fallan las manos ajenas. Tratando de alcanzar puertos que hace tiempo fueron abandonados, expoliados o usurpados por otros.

Siento que hay piel fuera de mí, contenida en quien me toca. Que yo soy tu si hay alguien que me piensa aunque sea cual fugaz melodía que tarareamos en el camino de regreso a casa. Siempre hay una parte de alguien en nosotros mismos que se queda ahí, para siempre.

Solo nos quedará recordar, volver a un pasado que nos queda muy lejos ya aunque todo fuera de ayer mismo. O imaginar cómo queremos que sea, aunque el camino que nos lleve a ese sueño aún esté en construcción.

Qué difícil nos puede resultar a veces vivir en ese «aquí y ahora» cuando tratamos de huir a un lugar que no sabemos ni dónde está. Alquilamos momentos a desconocidos por unos instantes completos en nuestro reloj, ese que pudo quedarse sin pilas y que necesita que le den cuerda para volver a funcionar.

Ojalá ya. Ni antes ni después. Ahora. Y ojalá tú. Sin más. Desnudos de prejuicios, en los juicios del día final.

Nos leemos en breve. Buen comienzo de Noviembre, lleno de hojas, incertidumbre y una pizca de esperanza.

I.

Please follow and like us:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Share Buttons and Icons powered by Ultimatelysocial